Día: 24 marzo, 2010
Max Ginsburg. reaLismo en New YorK
Las pinturas de Max Ginsburg son sobre la gente, esa gente que uno encuentra en las calles de Nueva York, y que reflejan la belleza de una realidad poco atractiva. Sus pinturas exploran la variedad cotidiana de la vida, mostrándonos tanto la forma irónica, como las injusticias sociales o los momentos de júbilo. Sus personajes son pues de la vida real.
Siempre sintió verdadero amor por la pintura realista, a pesar de que en su época fueron más valorados los “ismos”, Max resistió la presión de las críticas a esta tendencia, ya que a su juicio el arte debía reflejar el mundo tal como lo vivían, reflejando en sus obras la belleza de las calles concurridas, los paseos en metro, los juegos en los patios, así como el interior de silenciosas viviendas, impregnando su obra de la energía de la ciudad y su gente.
Ginsburg posee una firme creencia en el humanismo. Gran explorador de las cuestiones de clase, raza, incluso en los últimos años temas más actuales de la sociedad como el cuidado de los ancianos, el terrorismo o el futuro de los jóvenes.
Varias décadas dedicándose a buscar escenas le han abierto la belleza de la realidad; la coreografía de los gestos, las sombras que caen sobre los edificios y parques. Su trabajo explora la poesía de la textura, la forma, el color y la luz que nos envuelven cada día.
Su habilidad es tal que mirar sus pinturas nos recuerda, de una manera profunda, la cantidad de belleza y significado que se puede encontrar en nuestras propias vidas.
