Acerca de su trabajo, Cesar Galicia dice “mi verdadera vida se encierra en mi estudio. Allí es donde yo, ajeno al mundo exterior, transformo en formas y colores mis sentimientos; me embriago con esencia de petróleo, trementinas, y otras mezcolanzas“. Y no para menos, ya que cada una de sus piezas, resulta la réplica exacta de un mundo a punto de desfigurarse.
Esta entrada va a gustarle mucho a Retrack: le encantan los teléfonos antiguos y querría tener uno. A mí me llaman la atención, especialmente, las bicicletas. Creo que son artilugios muy curiosos.
Buenos dias!, gracias por recordarme el arte de César Galicia, vi un reportaje suyo en algún suplemento dominical y lo perdí. Me alegra reencontrarme con su arte, y además en tu blog. Besitos
Molan muchisimo los telefonos y la bici moto esta tambien chulisima. besos
¡ O el tiempo! Suspende tu robo(vuelo); ¡ y usted, horas propicias Suspende su curso!
¿ Objetos inanimados, tiene pues una alma Que se ata nuestra alma y lo fuerza por gustar?
Admiramos el mundo(gente) a través de a lo que gusta. Lamartine.
Qué bien «chapurreas» los versos Sylvaine…Un beso
Siempre digo que me gustan los objetos antiguos, pero, compruebo que cuando veo varios juntos, me crean una cierta sensación de vacío, como si el tiempo se hubiese quedado con el alma de los objetos.
Bueno, menos mal que sólo son objetos.
Besos Anaisay
me gustaria contactarte