TieRRa X meDio

Mañana salgo de viaje a lugares que nunca he visto. Distintos paisajes, distintos olores, distintas culturas, distintas gentes…en fin, hay que irse…

«Hay que irse de vez en cuando, aunque sólo sea unos pocos días, el tiempo preciso para respirar de otro modo, para mirar otra luz y escuchar otras voces. No hace falta viajar a lugares remotos, ni intentar perderse en paraísos tropicales con lujo de postal. Ni siquiera es preciso irse para mucho tiempo. Basta irse unos días,  encontrarse al anochecer en un tren nocturno, adormecerse con sus golpes rítmicos sobre las vías y encontrar en la ventanilla, al abrir los ojos unas horas más tarde, un paisaje que parece la prolongación del sueño, una tierra distinta en la que está amaneciendo y donde los colores tienen con la primera luz del día un esfumado de distancia, de velocidad y de niebla.

Horas antes de salir, ya se ha apoderado de nosotros la emoción y el dinamismo del viaje, que es como un imán del porvenir, y nos parece que nos movemos por la casa o por la calle de siempre con una ligereza que nos distingue de antemano de quienes van a quedarse, lentos vecinos sedentarios que ni siquiera nos envidian. La última noche antes de la partida suele ser una noche de insomnio: el alma, la imaginación ya han emprendido el viaje, pero las horas siguen conservando la lentitud de los días normales, y el cuerpo cumple con desgana obstinada sus tareas de siempre, los automatismos y astucias que mañana ya no le servirán, porque los interruptores de la luz no estarán donde los busquen las manos, y ni el camino hacia el cuarto de baño ni la orientación de las ventanas se corresponderán con la geografía conocida de las cosas».

 

Texto recogido de «Antonio Muñoz Molina»

Fotografías de «Rosa Basurto»

Música de Silvio Rodríguez

El día feliz que está llegando